Bercianos de Aliste

Bercianos de Aliste

 

Bercianos de Aliste es una localidad del municipio español de San Vicente de la Cabeza, perteneciente a la provincia de Zamora, y a la comunidad autónoma de Castilla y León.

La original forma con que este pueblo celebra la Semana Santa desde hace más de cinco siglos, ha trascendido más allá de la frontera comarcal y provincial, convirtiéndose en los últimos años en un importante foco de atracción turística, llegándose a postular para la misma su declaración de «interés turístico regional».

Escondido en un pequeño hoyo, se compone de casas apiñadas, toscas, con techumbre de pizarra y levantadas con piedra o ladrillo, típicas de la arquitectura alistana. En lo alto de aquel conjunto pintoresco camuflado por la ladera de un monte se ubica la iglesia de San Mamés. De estilo sencillo, las retorcidas callejuelas de Bercianos convergen en ella, lo que impregna de simbolismo al templo y le confiere un papel protagonista.

El topónimo Bercianos, muestra que la fundación de la localidad se hizo con oriundos de la comarca de El Bierzo, al igual que otras localidades como Bercianos de Vidriales, Bercianos de Valverde o Bercianos del Páramo.

En la Edad Media, Bercianos de Aliste quedó integrado en el Reino de León, siendo repoblado por sus monarcas con gentes procedentes de El Bierzo, de cuyo gentilicio tomó el nombre la localidad. Tras la independencia de Portugal de León, en 1143, Bercianos habría sufrido los conflictos que surgieron entre los reinos leonés y portugués por el control de la comarca de Aliste.

Durante la Edad Moderna, estuvo integrado en el partido de Alcañices de la provincia de Zamora, tal y como reflejaba en 1773 Tomás López en Mapa de la Provincia de Zamora.

Así, al reestructurarse las provincias y crearse las actuales en 1833, Bercianos se mantuvo en la provincia zamorana, dentro de la Región Leonesa, quedando integrado con la creación de los partidos judiciales en abril de 1834 en el de Alcañices, hecho que se prolongó hasta 1983, cuando fue suprimido el mismo e integrado en el Partido Judicial de Zamora.

En torno a 1850, Bercianos se integró en el municipio de San Vicente de la Cabeza, en el cual ha permanecido hasta la actualidad.

El pueblo es conocido internacionalmente por su emotiva Semana Santa, en concreto por mantener desde el siglo XVI una austera y estética Procesión del Santo Entierro –el Viernes Santo- que ha merecido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, como ejemplo y símbolo de religiosidad popular sincera y profunda del mundo rural, un tesoro etnográfico, cultural y humano que La Cofradía de la Cruz o del Santo Cristo protege desde hace siglos.

El ceremonioso ritual comienza a primera hora de la tarde junto a la Iglesia con El sermón del descendimiento, durante el que dos sacerdotes desenclavan al Cristo Crucificado articulado, que un Cofrade recoge y presenta a la Virgen Dolorosa antes de introducirlo en la Urna. La procesión -a ritmo de Miserere- y encabezada por el pendón de la Hermandad Penitencial y la Cruz, inicia el itinerario ascendente, un vía crucis señalizado de un kilómetro hasta el Calvario.

Un cortejo visualmente impactante en el que los cofrades visten la llamativa mortaja -tela de lino blanca (ahora nuevos tejidos) con un capucho romo que dice la tradición que las mujeres tejían para sus maridos- y que antiguamente se le ponía también al Cristo; los hombres mayores, viudos o personas no cofrades visten la tradicional Capa Alistana o de chiva –de uso tradicional pastoril-, y cuatro hombres con pañuelos en la cabeza y lanzas estilo romano escoltan la urna policromada del Cristo, ahora yacente, mientras las mujeres cierran la comitiva.

Junto al cementerio los cofrades ganan las indulgencias mediante el ritual de rodear las tres cruces de granito que componen el Calvario, rezar y entonar el cántico de Las Cinco Llagas antes de regresar al templo parroquial.

La Iglesia parroquial de San Mamés, del siglo XVII, ubicada en la zona alta, con espadaña barroca, guarda en el interior de la sacristía la bula firmada por el cardenal Francisco en 1536 que otorga indulgencias a los miembros de la Cofradía de La Vera Cruz que participen en la procesión del Santo Entierro con espíritu penitente. También aloja la urna de cristal y madera policromada en la que se traslada el Cristo, La Virgen del Rosario y objetos litúrgicos vinculados a la insigne celebración religiosa popular. El retablo mayor barroco integra al patrón, San Mamés, y el lateral a San Antonio de Padua.

La Arquitectura rural -de adobe, pizarra y madera- se plasma en antiguas viviendas tradicionales de dos plantas, con portaladas o balcones, escasos detalles decorativos, rejería, además de Fuentes, Puentes y Pontones, las Tres Cruces del Calvario ubicado junto al cementerio y las del Vía Crucis.

Bercianos de Aliste celebra sus fiestas patronales por San Mamés, a principios de agosto –en torno al 7-, con actos religiosos además de juegos tradicionales, folclore, concursos culinarios y bailes. Hay una Asociación Cultural que organiza actividades y han recuperado el texto de La Cordera, una representación navideña de la adoración de Los Pastores y La Natividad de Cristo que en Nochebuena rememora con ofrendas tradicionales una cultura pastoril.

 

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